Testimonio de Fran (sacroileitis y espondilitis)

Hola, Hace unas semanas vi el artículo que apareció en prensa sobre la Asociación. Me pareció muy interesante y me puse rápidamente en contacto para hacerme socio y quizá también colaborar. Y ahora ha llegado la ocasión de contaros mi historia:

Me llamo Fran y tengo 47 años. Mis primeros contactos con la enfermedad los recuerdo aproximadamente hace 20 años. Claro que en aquel momento no tenia ni la más mínima idea de lo que me pasaba, ya que coincidió con una época en que hacia muchos esfuerzos y cogía muchos pesos. Y esto con un tipo de vida como la de muchas otras personas bastante sedentaria y alejada del deporte, con la única excepción de algún puntual partidillo o de algunos fines de semana de esquí en invierno.

La situación era de habituales molestias y dolores en la zona lumbar y cadera y con las características que todos conoceis, es decir mayor afeccion en los comienzos y finales del dia. Otra cosa que recuerdo me sorprendia, era lo fatales que pasaba los domingos e incluso lunes. ¿Y por qué? Yo me daba cuenta que me afectaba muy negativamente el salir por las noches, beber alguna copa y fumar, ya que entre semana prácticamente no lo hacia. Solia pensar y lo comentaba con familiares y personas cercanas: “no me extaña que digan que es malo el alcohol y el tabaco, porque en cuanto abuso un poco, me deja muy fastidiado”Los colegas lógicamente se extrañaban y me decían “que esas cosas no le pasan a nadie”En casa viendo mi afición a automedicarme de vez en cuando antiinflamatorios para mitigar el dolor, me animaban a que tenia que acudir a algún traumatólogo, para estudiar si podía tener alguna lesión.

Aunque los recuerdos sobre fechas y años los tengo algo difusos, calculo que 5 años después de los primeros síntomas, llegó el dia de enterarme de lo que había. Con 2 o 3 dias de unas molestias en el ojo bastante fuertes, el oftalmólogo de urgencias me dijo: “tienes uveítis” y yo pensé para mi: bueno, ahora me dan un colirio y terminado. Pero lo que vino acto seguido es lo que te deja tieso y mucho mas a tus conocidos cuando se lo cuentas“tienes que pedir hora para análisis y placa lumbar”. Placa lumbar??? Este señor no esta en su sano juicio !!!

Como os podeis imaginar el análisis dio positivo en HLA-B27 y el diagnostico fue sacroileitis y espondilitis. Afortunadamente el resultado no dio mas que una situación de la enfermedad que se podría calificar de leve y que con el paso del tiempo, excepto en situaciones muy puntuales no ha pasado de eso. En ese momento muchas de las incognitas tuvieron explicación y algunas cosas iban a cambiar a partir de ese dia. Lo primero fue dejar de fumar y el beneficio fue inmediato. Al poco tiempo me casé y el comienzo de una vida algo mas ordenada(tampoco es que antes no lo fuera, pero…) me ayudó bastante. Otra recomendación con positivos resultados fue la compra de un colchón muy duro y aunque el deporte todavía se resistía entre mis ratos libres, salir a caminar a buen paso, me daba buenas sensaciones.

Asi que en esa época convivia con dolores puntuales algo fuertes y otros mas suaves pero mas habituales. Nada con lo que no pudiesen los antiinflamatorios. Lo peor de todo las periodicas uveítis del ojo derecho (una al año de media), que mientras duran me impiden poder llevar lentillas.

Pero en el año 2006, vino el vuelco que dura hasta hoy día. Aquel año a un amigo no se le ocurrió otra cosa que apostarse con otro, que con algo de entrenamiento subia en bici el Tourmalet. Y no solo se cruzó la apuesta si no que en un momento de exaltación, alguno mas caimos en el lado de los de subir. Entrenamos desde Mayo por todas las conocidas subidas que hay alrededor de Donostia y en Septiembre fuimos y lo conseguimos. Pero en mi caso esto no fue lo mas importante (que también), ya que me di cuenta de que además de ser un deporte muy entretenido en el que me manejaba bien, mi espalda había ganado (con esfuerzo, claro está) un montón en flexibilidad y me notaba mucho menos torpe y recio.

Desde entonces, aunque los amigos han dejado de practicarlo con asiduidad, yo procuro salir con la bici siempre que puedo y darme una vuelta por todos los caminos de las colinas que rodean la ciudad. Y es que al ir mayoritariamente sentado sobre el sillín, los huesos y las articulaciones no sufren el impacto de otros deportes como el running.


A partir de entonces tanto los brotes fuertes puntuales, como los suaves habituales, fueron bajando progresivamente de periodicidad. Además el buen estado físico y muscular (y la fiebre deportista de los cuarentaytantos) me animó a empezar a jugar a tenis y la cosa también va bien, por lo que los antiinflamatorios son hoy en dia mucho mas ocasionales de lo que lo eran hace unos años.

Todo esto que he explicado es mi experiencia personal y es posible que a todo el mundo no le funcione de la misma manera. Lo que es importante es consultarlo con vuestro reumatólogo para que os de el ok a lo que tengáis intención de hacer. Ahora lo que si tengo bastante claro es que la actividad física es muy beneficiosa y el tener una buena musculatura también beneficia a las articulaciones.