10 años conviviendo con la artritis reumatoide
Ala, pues sí… este año el décimo aniversario viviendo con esta enfermedad: artritis reumatoide.
Diez años por los que he pasado varios tipos de estados físicos y mentales (incluso a veces en un mismo día), porque si hay algo que tiene la AR es que es imprevisible muchas veces.
Tuve suerte al recibir el diagnóstico, de tener al mejor reumatólogo del mundo mundial :-), lo que me ayudó un montón por lo rápido y bien tratada que estuve desde un principio, cosa fundamental en este tipo de enfermedades.
De hecho tras unos meses muy malos por los dolores y la incertidumbre del futuro(maldito internet ;-)), los tratamientos empezaron a hacerme efecto y tuve unos años buenísimos, con casi tan pocos brotes que creí en una posible remisión que duró unos meses hasta que volvió la muy capulla (AR) y volví al tratamiento anterior.
Los últimos 5 años al menos no han sido muy buenos, el tratamiento dejó de funcionar y desde entonces llevo probando varios que tampoco han funcionado como debieran, el último parece que empieza a hacerme efecto, espero de verdad que funcione pero si no lo hace probaremos otros (como dice mi súper reumatóloga ;-)).
Creía que había aceptado muy bien la enfermedad pero lo que no aceptaba era que influía mucho más de lo que pensaba en mi vida, sobretodo mentalmente. El dolor crónico puede ser devastador a veces, y los síntomas como la fatiga… todo es muy cansado para el coco, sobre todo si te coincide con épocas malas en otros aspectos de tu vida. Pero bien, eso ya está controlado.
Diez años después lo que queda es siempre el miedo a la incapacidad física, tener que dejar de hacer el deporte que me gusta y permite estar con gente que quiero, miedo a la fatiga y tener que reducir las actividades diarias, a los efectos secundarios, el trabajo,…y otros muchos, lógicos por otra parte.
Por experiencia sé que se puede llevar una vida perfectamente normal, es cuestión de dar con el tratamiento adecuado.
En la asociación he visto muchos ejemplos de personas afectadas por enfermedades reumáticas que son un ejemplo de fuerza y superación, que hacen relativizar mucho más las cosas, son grandes.
Yo voy a celebrar mis 10 años, todavía no sé cómo pero me premiaré con algo y me propondré un reto.