Tengo 44 años, y hace 23 años me diagnosticaron espondilitis anquilosante.
Un año antes empecé de la noche a la mañana sin poder apenas andar, con dolores insoportables y rigidez por las mañanas, me hicieron infiltraciones en los talones de los pies, donde tenía el dolor, sin dar resultados.
Una conocida me recomendó que me viera el doctor Jon Iza traumatólogo, el cual me hizo una analítica y un escáner, el cual dio positivo en el antígeno L4.B27, y visto el resultado me explicó como era la enfermedad: que no tenía cura y que con el tiempo iría a peor, empezamos con los anti-inflamatorios probando varios hasta dar con el que notaba algo de mejoría, también me dijo que en 10 ó 15 años habría tratamientos más avanzados y eficaces para la calidad de vida de los pacientes, pasados 6 ó 7 años con él, me recomendó que me trataran los reumatólogos, puesto que es una enfermedad reumatológica, en el año 2003 me pusieron Embrel, y no dio el resultado esperado, en el 2004 empezamos con Remicade y fue como un milagro desde el primer chute me podía vestir, atarme los zapatos, jugar en el frontón, en fin era otra vida.
A día de hoy llevo unos años que me salieron desgastes en la columna, varias hernias en la zona lumbar, zona media con ingresos en el hospital, o en casa con medicación, postrada en la cama, sin poder hacer vida, y menos mi trabajo con normalidad.
Hablando con los médicos me han comentado que las operaciones son delicadas y los resultados no son buenos, yo sigo luchando día a día, haciendo más de lo que puedo, pero el cuerpo me avisa de que me estoy pasando, en fin no os entretengo más y recordad que personas como nosotros tenemos doble mérito, que el resto, que por suerte para ellos no están como nosotros.
Salud y suerte.